5 formas de alcanzar (¡y mantener!) un peso saludable
by gomedia
4 March, 2017
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Hacer dieta no es una buena idea cuando se quiere perder peso. Esto se debe a que las dietas solo crean patrones de alimentación temporales y, por lo tanto, se asocian a resultados de carácter temporal. La mayoría de las personas que se ponen a dieta vuelven a ganar el peso perdido cuando retoman sus viejos hábitos alimentarios.
Por lo tanto, ¿cuál es la mejor forma de romper con el exceso de peso? ¡Crear un nuevo estilo de vida!: ¡una nueva rutina!
Los intentos de perder peso suelen dar buenos resultados cuando la gente cambia sus hábitos, sustituyendo hábitos viejos y nada saludables por hábitos nuevos y muy saludables. He aquí cinco formas de conseguir que esto ocurra:
Haz ejercicio. La actividad física regular quema calorías y desarrolla la musculatura. Ambas cosas nos ayudan a sentirnos mejor y a tener mejor aspecto, al tiempo que contribuyen a reducir el exceso de peso. Actividades como sacar a pasear a tu perro, ir al colegio en bicicleta y hacer otras cosas que aumenten tu nivel de actividad física te pueden cambiar mucho las cosas. Si quieres quemar más calorías, aumenta la intensidad de tus entrenamientos y añade ejercicios de fuerza para desarrollar más la musculatura. Cuanta más masa muscular tengas, más caloría quemarás, incluso aunque no hagas ejercicio.
Los intentos de perder peso suelen dar buenos resultados cuando la gente cambia sus hábitos, sustituyendo hábitos viejos y nada saludables por hábitos nuevos y muy saludables. He aquí cinco formas de conseguir que esto ocurra:
Haz ejercicio. La actividad física regular quema calorías y desarrolla la musculatura. Ambas cosas nos ayudan a sentirnos mejor y a tener mejor aspecto, al tiempo que contribuyen a reducir el exceso de peso. Actividades como sacar a pasear a tu perro, ir al colegio en bicicleta y hacer otras cosas que aumenten tu nivel de actividad física te pueden cambiar mucho las cosas. Si quieres quemar más calorías, aumenta la intensidad de tus entrenamientos y añade ejercicios de fuerza para desarrollar más la musculatura. Cuanta más masa muscular tengas, más caloría quemarás, incluso aunque no hagas ejercicio.
Reduce el tiempo que pasas frente a las pantallas. Una de las razones de que la gente haga menos ejercicio hoy en día es porque pasa mucho tiempo delante de distintos tipos de pantallas: viendo la televisión, frente al ordenador, utilizando móviles o smartphones, jugando a videojuegos, etc. Limita el tiempo de ocio que pasas frente a las pantallas a menos de 2 horas al día. Si te paseas con tus amigos por las tiendas comerciales, harás más ejercicio que si les envías mensaje de texto desde tu habitación.
Fíjate en cómo se ha distorsionado el tamaño de las raciones. El tamaño de las raciones es mayor del que solía ser y esas calorías añadidas también contribuyen a la obesidad. Otro factor clave en la ganancia de peso es que cada vez hay más gente que toma bebidas azucaradas, como refrescos, zumos de frutas y bebidas deportivas. Por lo tanto, elige porciones de menor tamaño (o comparte tu porción con otras personas) y bebe agua y leche semidesnatada, en vez de refrescos.
Toma cinco raciones de fruta y/o verdura al día. La fruta y la verdura son más que solo vitaminas y minerales. También son ricas en fibra, lo que significa que, cuando las ingerimos, nos dan la sensación de saciedad. Y, cuando una persona se sacia de fruta y verdura, tiene muchas menos probabilidades de comer más de la cuenta.
No te saltes el desayuno. Un buen desayuno pone en marcha tu metabolismo y te ayuda arrancar por la mañana, dándote la energía que necesitas para hacer más cosas durante el resto del día. La gente que se salta el desayuno suele tener tanta hambre que come más a la hora de la comida. Por lo tanto, acaba ingiriendo más caloría que si hubiera desayunado. De hecho, la gente que se salta el desayuno tiende a tener IMS (índices de masa corporal) más altos que la gente que desayuna cada día.
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