Cómo no dormirse al volante
Al menos en uno de cada cinco accidentes letales en vehículos motores está implicada la conducción con somnolencia, señala un experto en la seguridad del tráfico de EE. UU. Así que reconocer cuándo se tiene sueño al volante es esencial.
“Las estadísticas son bastante chocantes. En comparación con los conductores que reportan que normalmente duermen siete o más horas por noche, los que reportan que normalmente solo duermen de cuatro a cinco horas por noche tienen 5.4 veces más probabilidades de estar implicados en un accidente”, advirtió el Dr. Benjamin McManus, candidato doctoral en la Universidad de Alabama, en Birmingham.
“La conducción con somnolencia puede considerarse una forma de conducción distraída. Como los conductores distraídos, los recursos [mentales] se desvían de la tarea de conducir en los conductores somnolientos”, dijo McManus en un comunicado de prensa de la universidad.
Las señales de somnolencia al conducir incluyen un aumento en el parpadeo, una mayor duración del parpadeo, un movimiento ocular más lento, virajes bruscos, una reducción en el tiempo de reacción, y una mala toma de decisiones.
Quedarse dormido al estar detenido por el tráfico o en un semáforo son señales inequívocas de que se está demasiado cansado para conducir.
“Reconocer las señales es el primer paso en la prevención”, afirmó McManus. Entonces, puede probar distintas tácticas que le ayuden a mantenerse despierto, sugirió.
Incluyen parar y tomar una siesta, beber una bebida con cafeína, o mejorar la alerta al ajustar la radio, abrir una ventana o hablar con los pasajeros.
Aunque esas acciones pueden ayudar, no necesariamente son soluciones perfectas, anotó McManus.
“Dejar de conducir para tomar una siesta podría ser la mejor de estas contramedidas comunes, dado que se ha mostrado que las siestas reducen los impedimentos para conducir en tales situaciones”, dijo McManus. “La investigación nos dice que, como complemento del sueño, las siestas pueden ser efectivas para mantener la atención sostenida, el aprendizaje y la memoria”.
Según McManus, la investigación muestra que un mínimo de siete horas de sueño se asocia con una conducción segura. Peo muchas personas no logran dormir tanto.
“Un cambio cultural respecto a la importancia del sueño podría tener el mayor impacto. Actualmente, tendemos a considerar al sueño como una de las primeras cosas a sacrificar al enfrentarnos a unas fechas límites inminentes o a unos horarios apretados. Reconocer el peligro de la conducción con somnolencia puede ser un paso importante para lograr que todos estemos más seguros en las carreteras”, concluyó.
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