Un trayecto inesperado al ser madre
Cuando Rachel se enteró de que estaba embarazada de Fletcher, estaba entusiasmada y no podía esperar a ser madre por primera vez. En el transcurso de las primeras 27 semanas del embarazo de Rachel, todo salió como se esperaba. Su bebé crecía constantemente y ella se estaba acostumbrando a la idea de convertirse en madre por primera vez. Pero una mañana temprano, Rachel tenía un dolor de cabeza insoportable y una hinchazón en sus pies.
“En mi corazón podía sentir que algo no estaba bien, así que llamé a mi médico y hablé con una enfermera que luego de preguntarme acerca de mis síntomas me dijo que tenía que ir al hospital inmediatamente”, agrega Rachel.
Después de esa llamada telefónica, la vida de Rachel y Justin cambió por completo. Al llegar al hospital, Rachel fue diagnosticada con preeclampsia, pero a pesar de los mejores esfuerzos del médico para reducir la presión arterial de Rachel, ella desarrolló una convulsión que obligó a sus médicos a realizar una cesárea a las 28 semanas de embarazo.
“Estuve allí cuando Rachel tuvo la convulsión y fue lo más aterrador que jamás haya experimentado en mi vida. Durante diez minutos no sabía si mi esposa o mi bebé estaban vivos ”, agrega Justin.
Fletcher nació pesando un poco más de una libra y después de nacer fue llevado inmediatamente a la la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales – NICU – en el Hospital de Niños Helen DeVos.
“Partí el miércoles por la mañana y no pude ver a mi bebé hasta el viernes por la noche porque todavía me estaba recuperando de la convulsión”, explica Rachel.
Forzada a ver a Fletcher pasar los primeros dos meses de su vida creciendo, Rachel y Justin recurrieron al trabajo de March of Dimes para obtener el apoyo necesario.
March of Dimes es una organización sin fines de lucro que trabaja para mejorar la salud de las madres y los bebés para prevenir defectos de nacimiento, nacimiento prematuro y mortalidad infantil.
“Ellos fueron un gran apoyo para nosotros porque nos ayudaron a entender por lo que nuestro bebé estaba pasando en la UCIN”, agrega Justin.
Gracias al trabajo de March of Dimes, Rachel y Justin aprendieron que la preeclampsia es una condición que se desarrolla en algunas mujeres embarazadas. No hay forma de curar la preeclampsia, excepto por el parto, y eso puede ser una perspectiva aterradora para muchas futuras mamás. Además de la presión arterial alta, las proteínas en la orina — los síntomas de preeclampsia pueden incluir hinchazón de la cara o los pies.
Los esfuerzos de la organización no solo apoyan a las madres, sino que también educan a la comunidad sobre las mejores prácticas, apoyan la investigación que salva vidas y brinda consuelo y apoyo a las familias en las NICU en todo el país.
Hoy, Fletcher continúa creciendo en casa, y sus padres Rachel y Justin han decidido dedicarse a apoyar a padres de bebés prematuros.
“Cuando tienes un bebé en la NICU, todo en tu mundo se da la vuelta. El haber pasado todo lo que nos pasó con Fletcher nos ayudó a comprender mejor a los demás. Apoyar a una familia con un bebé en la NICU puede ser tan simple como ofrecer un plato de comida o el ser escuchados,” agrega Rachel.
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