Ver el mar calma el estrés
Una vista al mar es buena para el alma, según un nuevo estudio.
Los investigadores compararon a las personas que vivían en varias áreas de Wellington, en Nueva Zelanda, y encontraron que tener el mar a la vista todos los días se vinculaba con unos niveles más bajos de estrés.
Esta asociación se sostuvo incluso tras tomar en cuenta la riqueza, la edad, el sexo y otros factores de los residentes.
Pero las vistas de espacios verdes (como parques herbosos y bosques) no parecieron tener el mismo beneficio, según un estudio que aparece en la edición de mayo de la revista Health & Place.
Esto podría deberse al hecho de que los investigadores no diferenciaron entre los tipos de espacios verdes, dijo la coautora del estudio, Amber Pearson, profesora asistente de geografía de la salud de la Universidad Estatal de Michigan.
“Quizá se deba a que el espacio azul era natural del todo, mientras que el espacio verde incluía áreas artificiales, como campos deportivos y parques, además de áreas naturales, como los bosques nativos”, planteó en un comunicado de prensa de la universidad.
“Quizá si solo observáramos bosques nativos podríamos encontrar algo distinto”, añadió Pearson.
Los hallazgos podrían resultar útiles para los planificadores urbanos. Por ejemplo, garantizar que una cierta cantidad de edificios de muchas plantas o viviendas asequibles en las ciudades costeras se construyan en áreas con vistas al mar podría mejorar la salud mental, plantearon los investigadores.
Investigaciones posteriores podrían determinar si las vistas a grandes masas de agua dulce, como los Grandes Lagos, tienen el mismo efecto que las vistas al mar, comentó Pearson.