El ejercicio, la ‘fuente de la juventud’ celular
31 March, 2017
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El ejercicio de alta intensidad parece ayudar a las personas mayores a revertir ciertos aspectos del proceso de envejecimiento “celular”, según un estudio reciente.
No es ningún secreto que hacer ejercicio de forma regular es saludable tanto para los jóvenes como para las personas mayores. Pero los investigadores dijeron que los nuevos hallazgos apuntan a unos beneficios particulares del “entrenamiento de alta intensidad a intervalos” para las personas mayores.
Se trata del tipo de ejercicio que combina los periodos cortos de ejercicio intenso con otros de actividad moderada. Por ejemplo, una persona podría esforzarse al máximo en una bicicleta estática durante unos minutos, bajar el ritmo durante unos minutos, y luego comenzar otra vez.
En este estudio, las personas de edad avanzada que realizaron ese tipo de ejercicio mostraron unos cambios mayores a nivel celular, en comparación con las que hicieron ejercicio de forma más moderada.
En concreto, el entrenamiento a intervalos proporcionó un mayor aumento de la función mitocondrial en el músculo. Las mitocondrias son las “centrales eléctricas” dentro de las células del cuerpo que descomponen los nutrientes para usarlos como energía.
El entrenamiento también aceleró la actividad en más genes relacionados con la función mitocondrial y el crecimiento muscular.
¿Qué quiere decir todo esto?
Los hallazgos del estudio sugieren que el entrenamiento a intervalos puede hacer retroceder el reloj de modos que el ejercicio aeróbico y el de fuerza moderados no pueden, según el investigador principal, el Dr. K. Sreekumaran Nair.
Pero, enfatizó, los hallazgos no significan que las personas mayores deberían pasar enseguida a un régimen de ejercicio intenso.
“Si usted vive de forma sedentaria, debería hablar con su médico antes de empezar a hacer ejercicio”, afirmó Nair, endocrinólogo en la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota.
“Y entonces”, dijo, “puede empezar caminando, y aumentar el ritmo gradualmente”.
Para las personas mayores que quieren progresar a un régimen más intenso, dijo Nair, lo mejor es empezar bajo supervisión. Pero también enfatizó que hacer ejercicio intenso no es indispensable. “Hacer cualquier tipo de ejercicio de forma regular le proporcionará beneficios a su salud, sin ninguna duda”, añadió.
Este estudio demostró eso, indicó. Aunque el entrenamiento a intervalos tuvo los efectos más pronunciados en aspectos del envejecimiento celular, otros tipos de ejercicio mejoraron los niveles de aptitud física y fortaleza muscular de las personas mayores.
El estudio, publicado recientemente en la revista Cell Metabolism, contó con 72 adultos más jóvenes y mayores que llevaban una vida sedentaria.
El equipo de Nair las asignó aleatoriamente a uno de tres grupos de ejercicio supervisado.
Un grupo realizó un entrenamiento a intervalos de alta intensidad durante 3 días a la semana: pedalearon en una bicicleta estacionaria a una velocidad máxima durante 4 minutos, antes de pedalear a un ritmo más bajo durante 3 minutos, y repitieron ese proceso 4 veces. También hicieron ejercicio de forma más moderada (caminando en una cinta caminadora) dos veces a la semana.
Un segundo grupo realizó ejercicio aeróbico moderado (con una bicicleta estacionaria a un ritmo menos intenso) durante 5 días a la semana durante 30 minutos. También hicieron algo de entrenamiento de fuerza 4 días a la semana.
Las personas del tercer grupo hicieron solamente ejercicios de fortalecimiento, dos días a la semana.
Después de 12 semanas, todos los grupos mostraron cambios positivos, tanto las personas jóvenes como las mayores, encontraron los investigadores.
Las personas que hicieron un ejercicio aeróbico moderado mejoraron los niveles de aptitud física, que es la capacidad del cuerpo de suministrar sangre y oxígeno a los músculos en funcionamiento. Y la mejora fue mayor para las personas mayores, que generalmente empezaron con unos niveles más bajos de aptitud física que las personas más jóvenes.
Por otra parte, las personas que realizaron un entrenamiento de fuerza (solo o con ejercicio aeróbico) aumentaron su fuerza muscular.
Las personas del grupo de entrenamiento a intervalos mostraron solo unas ganancias pequeñas en la fuerza. Pero ese entrenamiento mejoró la función mitocondrial de los músculos, especialmente en las personas mayores.
El Dr. Chip Lavie es director médico de rehabilitación cardiaca y prevención del Instituto Cardiovascular John Ochsner, en Nueva Orleáns.
Dijo que se trata de un “gran” estudio que demuestra los beneficios de las distintas formas de ejercicio.
Según Lavie, se suma a las otras evidencias de que el entrenamiento a intervalos de gran intensidad “probablemente sea la mejor forma de hacer ejercicio”.
Muchos estudios, dijo, han encontrado que el entrenamiento a intervalos supera al ejercicio aeróbico moderado con respecto a la mejora de la aptitud física y la estructura y función cardiacas.
“Sería ideal que más personas hicieran ejercicio de alta intensidad a intervalos”, dijo Lavie, “y es posible para las personas con una mayor motivación”.
Pero, añadió, la realidad es que muchas personas quizá no tengan la motivación o la capacidad.
En ese caso, Lavie aconsejó que encuentre un régimen moderado con el que pueda vivir, como caminar durante 30 o 40 minutos o usar una bicicleta estática o una caminadora elíptica la mayoría de los días de la semana.
Se trata del tipo de ejercicio que combina los periodos cortos de ejercicio intenso con otros de actividad moderada. Por ejemplo, una persona podría esforzarse al máximo en una bicicleta estática durante unos minutos, bajar el ritmo durante unos minutos, y luego comenzar otra vez.
En este estudio, las personas de edad avanzada que realizaron ese tipo de ejercicio mostraron unos cambios mayores a nivel celular, en comparación con las que hicieron ejercicio de forma más moderada.
En concreto, el entrenamiento a intervalos proporcionó un mayor aumento de la función mitocondrial en el músculo. Las mitocondrias son las “centrales eléctricas” dentro de las células del cuerpo que descomponen los nutrientes para usarlos como energía.
El entrenamiento también aceleró la actividad en más genes relacionados con la función mitocondrial y el crecimiento muscular.
¿Qué quiere decir todo esto?
Los hallazgos del estudio sugieren que el entrenamiento a intervalos puede hacer retroceder el reloj de modos que el ejercicio aeróbico y el de fuerza moderados no pueden, según el investigador principal, el Dr. K. Sreekumaran Nair.
Pero, enfatizó, los hallazgos no significan que las personas mayores deberían pasar enseguida a un régimen de ejercicio intenso.
“Si usted vive de forma sedentaria, debería hablar con su médico antes de empezar a hacer ejercicio”, afirmó Nair, endocrinólogo en la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota.
“Y entonces”, dijo, “puede empezar caminando, y aumentar el ritmo gradualmente”.
Para las personas mayores que quieren progresar a un régimen más intenso, dijo Nair, lo mejor es empezar bajo supervisión. Pero también enfatizó que hacer ejercicio intenso no es indispensable. “Hacer cualquier tipo de ejercicio de forma regular le proporcionará beneficios a su salud, sin ninguna duda”, añadió.
Este estudio demostró eso, indicó. Aunque el entrenamiento a intervalos tuvo los efectos más pronunciados en aspectos del envejecimiento celular, otros tipos de ejercicio mejoraron los niveles de aptitud física y fortaleza muscular de las personas mayores.
El estudio, publicado recientemente en la revista Cell Metabolism, contó con 72 adultos más jóvenes y mayores que llevaban una vida sedentaria.
El equipo de Nair las asignó aleatoriamente a uno de tres grupos de ejercicio supervisado.
Un grupo realizó un entrenamiento a intervalos de alta intensidad durante 3 días a la semana: pedalearon en una bicicleta estacionaria a una velocidad máxima durante 4 minutos, antes de pedalear a un ritmo más bajo durante 3 minutos, y repitieron ese proceso 4 veces. También hicieron ejercicio de forma más moderada (caminando en una cinta caminadora) dos veces a la semana.
Un segundo grupo realizó ejercicio aeróbico moderado (con una bicicleta estacionaria a un ritmo menos intenso) durante 5 días a la semana durante 30 minutos. También hicieron algo de entrenamiento de fuerza 4 días a la semana.
Las personas del tercer grupo hicieron solamente ejercicios de fortalecimiento, dos días a la semana.
Después de 12 semanas, todos los grupos mostraron cambios positivos, tanto las personas jóvenes como las mayores, encontraron los investigadores.
Las personas que hicieron un ejercicio aeróbico moderado mejoraron los niveles de aptitud física, que es la capacidad del cuerpo de suministrar sangre y oxígeno a los músculos en funcionamiento. Y la mejora fue mayor para las personas mayores, que generalmente empezaron con unos niveles más bajos de aptitud física que las personas más jóvenes.
Por otra parte, las personas que realizaron un entrenamiento de fuerza (solo o con ejercicio aeróbico) aumentaron su fuerza muscular.
Las personas del grupo de entrenamiento a intervalos mostraron solo unas ganancias pequeñas en la fuerza. Pero ese entrenamiento mejoró la función mitocondrial de los músculos, especialmente en las personas mayores.
El Dr. Chip Lavie es director médico de rehabilitación cardiaca y prevención del Instituto Cardiovascular John Ochsner, en Nueva Orleáns.
Dijo que se trata de un “gran” estudio que demuestra los beneficios de las distintas formas de ejercicio.
Según Lavie, se suma a las otras evidencias de que el entrenamiento a intervalos de gran intensidad “probablemente sea la mejor forma de hacer ejercicio”.
Muchos estudios, dijo, han encontrado que el entrenamiento a intervalos supera al ejercicio aeróbico moderado con respecto a la mejora de la aptitud física y la estructura y función cardiacas.
“Sería ideal que más personas hicieran ejercicio de alta intensidad a intervalos”, dijo Lavie, “y es posible para las personas con una mayor motivación”.
Pero, añadió, la realidad es que muchas personas quizá no tengan la motivación o la capacidad.
En ese caso, Lavie aconsejó que encuentre un régimen moderado con el que pueda vivir, como caminar durante 30 o 40 minutos o usar una bicicleta estática o una caminadora elíptica la mayoría de los días de la semana.
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