Juegos de video: establezca sus propios sistemas de clasificación

Los videojuegos son una industria multimillonaria con más ingresos que la de las películas o los DVDs. Los padres tienen un rol muy importante en determinar la clase de videojuegos que juegan sus niños y adolescentes, tanto como para monitorear el contenido como el tiempo que pasan jugando con ellos.

Entonces, ¿qué pueden hacer los padres?

    Familiarícese con el contenido del videojuego antes de permitir que su hijo lo compre o lo descargue o lo juegue en línea o fuera de línea. Los padres y los cuidadores con frecuencia no están enterados del contenido de los videojuegos, en lo que se refiere a la violencia virtual y al contenido para adultos. Los estudios sobre niños que han sido expuestos a la violencia de los medios han demostrado que los niños se insensibilizan ante la violencia, imitan la violencia y demuestran comportamiento agresivo.

    Revise las clasificaciones de la Junta de Clasificación de Software Electrónico (ESRB, por sus siglas en inglés). Miles de videojuegos están disponibles en las tiendas de comercio en línea y fuera de línea lo que hace muy difícil saber el contenido de cada uno. La clasificación equivalente a la de las películas, es un muy punto de partida para elegir videojuegos que sean apropiados para su familia. Estas clasificación se visualizan de forma prominente en el empaque del videojuego.

    Pídale al comerciante de la tienda minorista que cumpla las políticas de la policía que prohíben vender o rentar videojuegos marcados con “T” (adolescente) o “M” (adulto) a niños menores de edad. Los videojuegos, especialmente con violencia, la prohibición de la venta y renta de videojuegos ha causado gran preocupación tanto que el caso fue presentado a la Suprema Corte de Justicia en el 2011. “Los videojuegos”, declaró la Corte “comunican ideas y hasta mensajes sociales”, Sin embargo, el debate continua mientras que las tragedias y la violencia del mundo real continúan dirigiendo la atención a este tema.

    No permita videojuegos en su hogar que no sean congruentes con los valores de su familia. Explíquele a sus niños que no pueden jugar un videojuego nuevo hasta que usted haya tenido la oportunidad de ver el producto para determinar si es o no apropiado. Es la opción de los padres implementar una clasificación individual en su hogar, incluso si los amigos de su niño o sus vecinos tienen criterios diferentes. Una conversación con otros padres sobre las reglas de su familia puede ser necesaria, especialmente si su niño va a estar expuesto a videojuegos que no cumplen con sus criterios.

    Mantenga los aparatos para videojuegos en una área común en su hogar y mantenga vigilado a su niño mientras juega, de la misma forma que lo haría si estuvieran conectados con el internet o viendo la televisión. Considere la posibilidad de que las consolas de los videojuegos o equipos sean propiedad de toda la familia en vez de sean “propiedad” de cada niño.

    Limite el tiempo para jugar videojuegos a un máximo de una hora por día. El tiempo que se pasa con los videojuegos puede tomarse el tiempo de actividades más saludables tales como el ejercicio y jugar afuera, leer o hacer las tareas. El tiempo que se pasa frente a una pantalla cerca de la hora de dormir también puede interferir con los patrones del sueño. Para más información, lea: Cómo elaborar un plan para el consumo digital de la familia.

    Anime a su niño o adolescente para que elija juegos donde participen varios jugadores y que juegue con sus amigos. La tecnología no es sustituto del trato personal. Jugar con los amigos puede eliminar los problemas de acoso, aislamiento social y acoso cibernético. Pero, cerciórese de que los amigos de su niño cumplen con las mismas reglas establecidas para su hogar.

    Si no puede vencerlos, únaseles. El jugar videojuegos con sus niños o adolescentes lo expondrá a la jerga de “su mundo”. Juegos de video para múltiples jugadores dentro del hogar tales como deportes virtuales o actividades relacionadas con la música puede permitirle a los hermanos y a los padres participar en actividades virtuales para jugar juntos.

¿Tiene alguna preocupación o pregunta?

Si continúa preocupado por los hábitos relacionados con los videojuegos de su niño o si su niño tiene dificultades con su estado de ánimo o comportamiento, pídale ayuda a su pediatra. él o ella lo pueden referir a un profesional capacitado de la salud mental.