El consumo empedernido de alcohol podría aumentar el riesgo de enfermedad de las encías
Las personas que beben más que el límite diario recomendado de alcohol podrían tener una mezcla malsana de bacterias en la boca, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que en comparación con los abstemios, los que bebían de forma relativamente empedernida tenían menos bacterias “buenas” en la boca. También presentaban más bacterias “malas”, entre ellas gérmenes que se han vinculado con la enfermedad de las encías, la enfermedad cardiaca y el cáncer.
El estudio es uno de los más recientes en explorar qué factores incluyen en el “microbioma” humano, los billones de bacterias y otros microbios que viven en el cuerpo naturalmente. Muchos estudios han encontrado vínculos entre la conformación del microbioma intestinal y los riesgos de varias enfermedades.
Los estudios han encontrado que, en general, mientras más diversidad hay en el microbioma intestinal, mejor.
De forma similar, la investigación sugiere que un desequilibrio en el microbioma bucal podría aumentar el riesgo de caries y de enfermedad de las encías, y posiblemente de los cánceres de cabeza, de cuello y del tracto digestivo, además de enfermedad cardiaca.
“Queríamos explorar la pregunta: ‘¿Cuáles son los factores del estilo de vida que influyen en el microbioma oral?'”, dijo la investigadora principal, Jiyoung Ahn, de Langone Health de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
Los hábitos de bebida fueron un factor natural a tomar en cuenta, según Ahn. El consumo empedernido de alcohol se vincula con unos riesgos más altos de enfermedad de las encías y ciertos tipos de cáncer de cabeza y cuello, y hay evidencias de que el alcohol cambia la conformación bacteriana en la boca.
El equipo de Ahn analizó muestras de enjuague bucal de 1,044 adultos de EE. UU. que participaban en dos estudios nacionales en curso sobre el cáncer. De esas personas, más o menos una cuarta parte dijeron que eran abstemias. Otro 59 por ciento bebían con moderación, y un 15 por ciento bebían de forma empedernida.
“Empedernido” se definió como beber más del límite recomendado por las autoridades de la salud de EE. UU.: una bebida al día para las mujeres y dos al día para los hombres.
En general, encontró el estudio, los bebedores (en particular los bebedores empedernidos) tendían a tener menos Lactobacillales, un tipo de bacterias “buenas” de uso común en los complementos probióticos.
Típicamente, los bebedores también tenían unos niveles más altos de ciertas bacterias “malas”, como las especies Bacteroidales, Actinomyces y Neisseria.
Pero no está claro cómo interpretar los hallazgos, según una experta que no participó en la investigación.
Los hallazgos no prueban que el alcohol explique por sí mismo las diferencias entre los participantes del estudio, dijo Yiping Han, profesora de medicina dental y microbiología en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
Han explicó que el microbioma oral podría verse influido por una amplia variedad de factores, desde la dieta, el cepillado de los dientes y la atención dental, hasta los ingresos y otros factores demográficos.
Han dijo que tampoco está claro cuántas personas en el grupo de bebedores empedernidos podrían haber sido dependientes del alcohol. Y esos individuos podrían ser muy distintos de los abstemios y los bebedores moderados.
Ahn dijo que ella y su equipo sí tomaron en cuenta varios de esos factores. Por ejemplo, observaron la edad, la raza, los hábitos de tabaquismo, el nivel educativo y el peso corporal de las personas.
Pero Ahn dijo que podría haber otras diferencias entre los abstemios y los bebedores empedernidos que su equipo no consideró.
“Este es el primer estudio en mostrar esta relación, y se necesita más investigación”, dijo Ahn.
Una pregunta es por qué el alcohol provocaría de forma selectiva un aumento en algunos gérmenes malos y una reducción en algunos buenos.
“No lo sabemos”, declaró Ahn. “Lo siguiente que queremos hacer es estudiar los mecanismos potenciales”.
Otra pregunta, añadió, es si el consumo empedernido de alcohol fomenta ciertas enfermedades al cambiar la conformación bacteriana de la cavidad oral.
Eso es posible “en teoría”, según Han.
“Pero en este momento, no podemos llegar a ninguna conclusión definitiva”, dijo.
Según Han, la moraleja es que el consejo estándar sigue aplicando. “Siempre es buena idea que todo el mundo practique una buena higiene oral y tenga un estilo de vida generalmente saludable”.
En cuanto al alcohol, el estudio ofrece más evidencias de que la moderación es la clave, señaló Ahn.
“Ya sabemos que el consumo empedernido de alcohol es un factor de riesgo de muchas enfermedades”, dijo. “Entonces, el posible efecto en el microbioma oral es otro motivo para evitar beber de forma empedernida”.
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