El tiempo que los niños muy pequeños pasan frente a pantallas se ha duplicado en 20 años, según un estudio
La niñera electrónica está viva y tiene mucho trabajo en la nueva era digital.
Un nuevo estudio lo dice todo: los niños menores de dos años de edad pasan el doble de tiempo frente a una pantalla cada día (casi tres horas, para ser exactos) que hace 20 años.
Los niños se están exponiendo a mucho más tiempo frente a las pantallas que lo que recomiendan los expertos pediátricos, añadieron los investigadores.
Lo más frecuente es que ese tiempo frente a la pantalla fuera ante una televisión, y el uso de la televisión de los niños pequeños se multiplicó por cinco entre 1997 y 2014, mostraron los hallazgos del estudio.
Los niños de 3 a 5 años en realidad pasaban menos tiempo frente a las pantallas que los más pequeños, alrededor de dos horas y media al día, sin un cambio significativo entre 1997 y 2014, según el informe.
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) desaconseja todo uso de los medios de comunicación en los niños menores de 2 años de edad, y recomienda limitar el tiempo ante las pantallas de los niños de 2 a 5 años a apenas una hora de programación de alta calidad al día.
Para los investigadores resultó “sorprendente” que la televisión siguiera siendo la pantalla favorita de los niños pequeños, incluso cuatro años tras el debut del iPad en 2010, comentó la investigadora principal, Weiwei Chen, profesora asistente en el Colegio de Salud Pública y Trabajo Social de la Universidad Internacional de Florida, en Miami.
Los niños de 2 años y menores pasaban en promedio 2.6 horas al día viendo televisión en 2014, y los niños de 2 a 5 años veían un promedio de 2.1 horas al día. En promedio, ambos grupos pasaban media hora al día con dispositivos móviles, dijo Chen.
“Es posible que los estén usando de buenas formas, por ejemplo con fines educativos”, planteó Chen. “Pero también hay que recordar, al observar esta edad temprana, que es antes de ir a la escuela, así que pensaría que no son niños que los usan para las tareas”.
En su estudio, los investigadores utilizaron datos del Estudio de panel de dinámicas de los ingresos, la encuesta de familias de más larga duración del mundo. El estudio, dirigido por la Universidad de Michigan, ha estado monitorizando las tendencias familiares en EE. UU. desde 1968.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 18 de febrero de la revista JAMA Pediatrics.
La televisión podría haberse convertido en una opción más fácil ya en 2014 debido a que los servicios de streaming y la programación bajo demanda han reemplazado en gran medida a los videos y a los DVD, apuntó Pamela Rutledge, directora del centro de Investigación sobre la Psicología de los Medios.
“En 2014 había muchas más opciones en la programación de televisión infantil que seguían el ejemplo de Sesame Street, y muchos canales de cable para rellenar”, dijo Rutledge.
“Algunos programas incluyeron intencionalmente interactividad para reforzar el aprendizaje, por ejemplo ‘Dora the Explorer’ y ‘Blue’s Clues’. Pero no toda la programación es adecuada para los niños, y no toda la programación infantil es de verdad educativa”, añadió.
Es probable que los padres sigan empleando la tradicional estrategia de utilizar la televisión como niñera, comentó Sarah Domoff, directora del Laboratorio de Salud Familiar de la Universidad de Michigan Central.
“La investigación que mis colaboradores y yo hemos realizado indica que la televisión se podría usar para ayudar a gestionar las conductas de los niños y permitir a los padres hacer las tareas del hogar”, dijo Domoff. “En algunos hogares, la televisión con frecuencia se deja encendida como trasfondo durante todo el día, lo que también podría aumentar el tiempo que un niño pasa frente a las pantallas”.
Domoff recomienda limitar el tiempo frente a las pantallas de los niños pequeños solo a contenido educativo, con la implicación activa de los padres en todo momento.
“Sabemos que tener una televisión en la habitación de un niño aumenta el riesgo de que el niño tenga problemas del sueño y obesidad”, advirtió Domoff. “Además, la investigación también ha indicado que los niños escuchan menos palabras de parte de los cuidadores y tienen menos conversaciones cuando la televisión u otros medios electrónicos están encendidos, en comparación con cuando no lo están. Por tanto, un tiempo excesivo frente a las pantallas podría interferir con actividades o rutinas importantes que son esenciales para el desarrollo de un niño”.
Chen también apuntó que es muy probable que haya aumentado el uso de las tabletas y los dispositivos móviles entre los niños de 5 años de edad y menores desde 2014.
“En 2014 esos productos seguían en una etapa relativamente temprana. Es comprensible en esa época, no eran tan comunes como ahora”, dijo Chen. “Ahora tenemos muchas más tabletas y dispositivos y todo tipo de cosas”.
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