Hitos del desarrollo de la alfabetización temprana
by gomedia
30 November, 2016
0
Shares
Rate this post
Con el fin de que una buena alimentación y la lectura sean parte de toda infancia saludable, la siguiente es una mirada rápida basada en los libros relacionada con los logros del desarrollo bien definidos de la alfabetización temprana.
Menores de 6 meses: nunca es muy pequeño
A diferencia de los alimentos sólidos, nunca es demasiado pronto para empezar a leerle a su bebé. No importa si es la sección de deportes o Elmo; lo que cuenta es el tiempo que comparten, así que ¡disfrútelo!
De 6 a 12 meses: fomentar el gusto por los libros
Lo que sea que le interese a los bebés a esta edad, ya se sabe que se lo llevarán directamente a la boca. Los libros no son la excepción. Ahora que su bebé se puede sentar en su regazo; agarrar/coger un libro; y mostrar interés al golpear, voltear o pasar las páginas, apreciará a un más los libros con hojas de cartón debido a su naturaleza a prueba de saliva.
De 1 a 2 años: establecer una rutina
Al igual que con los alimentos, su hijo ahora descubrirá que hay muchas más cosas que puede hacer con los libros además de llevárselos a la boca. A medida que logra sostenerlos, ponerlos del lado correcto y llevárselos para que se los lea una y otra vez, usted puede empezar a relacionar lo que está en los libros con sus experiencias de la vida real, enseñándole los dibujos y haciéndole preguntas simples como, “¿dónde está la arveja? ¿Puedes encontrar la arveja?” Antes de que se de cuenta, estará respondiendo a sus preguntas, completando los finales de cada oración y recitándole la historia de memoria . Al igual que con las comidas, no espere que se mantenga atento por mucho tiempo, ya que es la calidad lo que importa y no la cantidad de tiempo que ocupe en la actividad.
De 2 a 3 años: lectura, lectura y lectura una y otra vez
Los niños de dos años de edad prosperan en la rutina y les fascina adquirir el poder de anticipar lo que viene, así que no se sorprenda si su hijo no está tan dispuesto a intentar cosas nuevas sino que desea leer la misma historia una y otra vez (y otra vez). Si los libros de cuentos a la hora de dormir se han convertido en un hábito, ¡magnífico! Este es un hábito que nunca debe romper.