Las mamografías sí salvan vidas, según un estudio
Un nuevo estudio interesará a las mujeres que se sienten confundidas por los consejos contradictorios sobre los beneficios y el mejor momento para realizar las mamografías.
Los investigadores, que contaron con más de 50,000 pacientes con cáncer de mama, encontraron que las que participaron en un programa de detección del cáncer de mama tenían un riesgo de morir de la enfermedad un 60 por ciento más bajo en los 10 años tras el diagnóstico, y un riesgo un 47 por ciento más bajo 20 años tras el diagnóstico.
“Esto es realmente lo que estábamos esperando, porque ha habido mucho ruido respecto a que las mamografías no reducen la tasa de mortalidad por el cáncer de mama”, enfatizó la Dra. Lauren Cassell, jefa de cirugía de la mama en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Cassell no participó en el estudio.
Muchas personas han afirmado que un mejor tratamiento, y no unas mejores pruebas de detección, es lo que ha mejorado la supervivencia, explicó Cassell.
“Pero cuando los cánceres se detectan más temprano, a los pacientes les va mejor”, aseguró. “Intuíamos que una detección temprana hace una diferencia, pero ahora podemos probarlo”.
Robert Smith, coautor del estudio y vicepresidente de pruebas de detección de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society), dijo que “la ventaja de las pruebas de detección es que ofrecen a una mujer, si desarrolla un cáncer, la oportunidad de tratar el cáncer temprano, cuando el tratamiento puede ser menos agresivo y hay más opciones de tratamiento”.
Encontrar el cáncer en una etapa temprana también podría evitar los tratamientos agresivos que pueden reducir la calidad de vida, añadió.
“La mamografía en la actualidad, en el ámbito de la terapia moderna, ofrece un beneficio sustancial a las mujeres que realizan unas pruebas de detección regulares”, aseguró Smith. “Las reducciones en la mortalidad que observamos se deben principalmente a que la mamografía detecta pronto los cánceres más agresivos”.
Aunque los hallazgos podrían parecer obvios, el efecto de las mamografías en la supervivencia ha sido tema de debate en los últimos años.
La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda pruebas de detección anuales para el cáncer de mama para las mujeres de 45 a 54 años de edad, mientras que el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. recomienda las mamografías cada dos años para las mujeres de 50 a 74 años de edad.
El grupo de trabajo dice que las evidencias para las pruebas de detección más tempranas no son convincentes, pero que las mujeres deben tomar esa decisión de forma individual.
Parte de la discrepancia es provocada por la forma en que las evidencias se reúnen, explicó Smith.
Muchos de los datos utilizados para hacer recomendaciones provienen de estudios más antiguos que no pudieron determinar claramente el beneficio de las pruebas de detección temprana en la supervivencia, aseguró.
Las pruebas de detección temprana encuentran cánceres que no presentarían síntomas durante años, señaló Smith. Además, la supervivencia al cáncer de mama se puede confundir con las mejoras en el tratamiento, haciendo que precisar los beneficios de las pruebas de detección sea más difícil, añadió.
En el nuevo estudio, los investigadores pudieron aprovechar unos datos suecos altamente detallados que cubrían 52 años. Esto les permitió observar datos desde finales de los años 50 hasta principios de los 70, cuando la detección generalizada aún no existía, y de 39 años más tarde, cuando había pruebas de detección generalizadas disponibles.
Además, los datos del nuevo estudio estaban “individualizados”, de forma que los investigadores pudieron observar los resultados de cada mujer del registro que tenía cáncer de mama, y si había recibido una prueba de detección o no. Esto permitió al equipo de Smith precisar el efecto de las pruebas de detección en la supervivencia.
Los investigadores también pudieron cuantificar el beneficio de las pruebas de detección al observar los fallecimientos tras el diagnóstico.
“El estudio más reciente amplía la abundante literatura que demuestra que las pruebas de detección temprana del cáncer de mama a través de los programas de detección salvan la mayor cantidad de vidas”, aseguró la Dra. Nicole Saphier, directora de imágenes del seno en el Centro Oncológico Conmemorativo Sloan Kettering Monmouth Regional, en Middletown, Nueva Jersey.
Los cánceres de mama en las mujeres de 40 a 49 años de edad tienden a desarrollarse con mayor rapidez que los cánceres en las mujeres mayores, apuntó. “Esto significa que las mamografías y la detección temprana son esenciales en esas mujeres, cuando tienen las mayores probabilidades de sobrevivir”, añadió.
En el estudio, Smith y sus colaboradores recolectaron datos sobre más de 52,400 mujeres de 40 a 69 años de edad en Dalarna, Suecia. Todas fueron diagnosticadas con cáncer de mama entre 1977 y 2015. Todas las pacientes recibieron el tratamiento más reciente para su etapa del cáncer, independientemente de la forma en que se encontrara.
El Dr. Jay Baker es presidente de la Sociedad de Imágenes del Seno (Society of Breast Imaging). En un comunicado de prensa de la sociedad, dijo que “la conclusión de este estudio no podría ser más clara: los tratamientos modernos son importantes, pero no son suficientes por sí solos. Las mujeres que reciben mamografías de detección regulares reducen su riesgo de fallecer de un cáncer de mama más o menos a la mitad”.
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