Los adolescentes que practican el “juego de la asfixia” solos corren riesgo de pensamientos suicidas
La juventud que practica el “juego de la asfixia”, el bloqueo intencional de sangre que viaja al cerebro en busca de una fuerte sensación cuando la estrangulación termina, se pone en riesgo serio de lesión o muerte. Los que participan en este “juego” solos también corren riesgo con índices considerablemente más altos de tener pensamientos suicidadas, de acuerdo con la nueva investigación publicada en el número de diciembre de 2016 de Pediatrics.
Para el estudio: “Participación solitaria en el “juego de la asfixia” en Oregón”, los investigadores examinaron datos entre el 2011 y 2012 de la Encuesta de Salud de Adolescentes en Oregón.
La encuesta se conduce cada tercer año en Oregón, el único estado de los Estados Unidos que conduce una encuesta estatal formal de vigilancia sobre este tema. Los investigadores compararon las respuestas de los adolescentes que informaron practicar el “juego de la asfixia” en grupo y aquellos que lo hacían solos, presionando la arteria carótida con las manos o con objetos tales como cinturones para lograr la euforia que se siente cuando se libera la presión y regresa el flujo sanguíneo. Los investigadores descubrieron que, de los 21.000 estudiantes de 8.o grado del estudio, un 3,7 por ciento habían participado en el “juego de la asfixia” y 18 por ciento de éstos lo hacían solos. Se realizaron ajustes por género y geografía y los encuestados que participaron en el “juego de la asfixia” solos tenían casi cinco veces más de probabilidad de haber considerado el suicidarse comparados con aquellos que informaron haberlo hecho en un grupo. También tendían a informar tener salud mental precaria.
Los autores del estudio dicen que la participación solitaria puede indicar un peligro subyacente y ser similar a conductas auto lesivas no suicidas, que son una iniciación a la conducta suicida. Los investigadores citan estudios de investigación previos que revelan que cerca de un tercio de los pediatras y médicos de cabecera no están enterados del “juego de la asfixia”; y dicen que este estudio subraya la necesidad de ofrecer educación para su concientización, mensajes de prevención y derivados a servicios de salud mental para pacientes cuando se estimen necesarios.