Muchos cigarrillos electrónicos están llenos de gérmenes, encuentra un estudio
Cuando vapee, quizá deba preocuparse de inhalar más que solo nicotina: una nueva investigación advierte que muchos cigarrillos electrónicos parecen estar contaminados con hongos y bacterias.
El hallazgo proviene de una observación detallada de los contenidos de 75 productos populares de vapeo.
Alrededor de la mitad de los cigarrillos electrónicos examinados eran de la variedad de cartuchos de un solo uso, mientras que la otra mitad eran productos recargables. Ambos tipos contenían un líquido con nicotina, junto con otras sustancias. Cuando un usuario da una calada, un dispositivo de calor que funciona con una batería vaporiza el líquido, convirtiéndolo en un vapor inhalable.
Pero la nicotina no fue lo único que se encontró en el vapor de muchos productos. El autor del estudio, el Dr. David Christiani, señaló que un 23 por ciento de los productos de cigarrillos electrónicos que examinaron contenían toxinas bacterianas, mientras que un 81 por ciento arrojaron un resultado positivo de una sustancia llamada glucano, que se encuentra en las estructuras celulares de la mayoría de los hongos.
“La contaminación ocurrió en el líquido de los cigarrillos electrónicos y también en los cartuchos”, advirtió Christiani, aunque los cigarrillos electrónicos de cartucho contenían más de tres veces más glucano que los cigarrillos electrónicos de líquido recargable.
Christiani, director del programa de medicina ambiental y ocupacional y epidemiología en la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, describió los hallazgos como “sorprendentes”. Pero cuando se le preguntó si los contaminantes identificados en realidad plantean un peligro para los vapeadores, sugirió que esa pregunta aún no tiene respuesta.
Potencialmente “son tóxicos”, comentó Christiani. Eso significa que, con el tiempo, la exposición a unas cantidades altas de esos contaminantes puede provocar el inicio de enfermedades pulmonares progresivas, como el enfisema, la bronquitis crónica y el asma.
Pero como asunto práctico, Christiani anotó que los niveles de contaminantes que su equipo encontró en los cigarrillos electrónicos en realidad eran “considerablemente más bajos” que los niveles “que se ha demostrado que producen enfermedad pulmonar” en los ambientes laborales en donde abundan las sustancias de manufactura.
Además, esos contaminantes también se encuentran en los cigarrillos estándar, donde los niveles “[también] son en general más altos que lo que medimos aquí”, añadió.
El resultado: “en este momento, no contamos con evidencias científicas de que los niveles que observamos en esos productos de cigarrillos electrónicos planteen problemas para la salud”, concluyó Christiani.
Aun así, advirtió que “no sabemos cuáles son los riesgos con el uso a largo plazo, con una dosis creciente cumulativa, y con la interacción entre esos contaminantes y otros agentes potencialmente tóxicos que nosotros y otros encontramos en los productos de cigarrillos electrónicos, como los saborizantes o los solventes industriales”.
El equipo de Christiani anotó que la popularidad de los cigarrillos electrónicos se ha disparado en unos pocos años, en particular entre los usuarios jóvenes. Por ejemplo, los autores apuntaron que aunque apenas 220,000 estudiantes de secundaria vapeaban en 2011, ese número llegó a más de 3 millones el año pasado.
Y aunque muchos expertos adoptan la postura de que vapear probablemente sea una opción más segura que fumar cigarrillos estándar, a medida que su uso ha aumentado, lo mismo ha sucedido con el escrutinio de salud pública.
En cuanto a qué podría provocar la contaminación, el equipo del estudio dijo que podría suceder en cualquier punto del proceso de producción. Pero también señalaron a las mechas de fibra de algodón que se encuentran en los cartuchos de los cigarrillos electrónicos, dado que se sabe que esas fibras albergan tanto bacterias como hongos.
Independientemente de si esos contaminantes al final plantean un riesgo significativo, “vapear es potencialmente nocivo para la salud, y [lo mejor es] no hacerlo”, enfatizó Christiani. “Se necesitan más estudios para determinar si se puede lograr que vapear sea más seguro al eliminar todos los contaminantes y adulterantes”.
El estudio aparece en la edición en línea del 24 de abril de la revista Environmental Health Perspectives.
Victoria Stevens es directora científica de investigación en epidemiología de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society). Se mostró de acuerdo en que “una comprensión más completa de lo que los productos de los cigarrillos electrónicos contienen, y sobre a qué se exponen sus usuarios, ayudaría a definir parte del riesgo potencial del vapeo”.
Stevens apuntó que, por ejemplo, las bacterias y hongos que el equipo del estudio encontró en los cigarrillos electrónicos “son contaminantes comunes, y se encuentran en cosas como el polvo del hogar”.
Entonces, sugirió que hasta que investigaciones posteriores clarifiquen a exactamente cuánta exposición se enfrentan los vapeadores, en términos tanto de lo que se encuentra en los dispositivos de vapeo como en lo que los usuarios inhalan en realidad, “no está claro si esta contaminación es causa de preocupación”.
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