Muestran vínculos entre las noches de insomnio y el riesgo de Alzheimer
Perder incluso una noche de sueño podría hacer que el cerebro se llene de aglomeraciones de unas proteínas que hace mucho que se han vinculado con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, advierte un estudio reciente.
Las personas privadas de sueño durante una noche experimentan un aumento inmediato y significativo de la beta amiloidea, una sustancia que se aglomera entre las neuronas y forma placas que alteran la capacidad de funcionamiento del cerebro, encontraron los investigadores.
“Sin duda mostramos que incluso una noche de privación de sueño puede aumentar los niveles de estos compuestos nocivos de la beta amiloidea”, aseguró Ehsan Shokri-Kojori, autor del estudio e investigador en el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo de EE. UU.
“Es una suposición muy lógica, diría, y coherente con investigaciones anteriores”, señaló.
Estudios anteriores con ratones y humanos han encontrado vínculos potenciales entre una falta de sueño y una acumulación de beta amiloidea en el cerebro, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo. Pero muchos estudios con humanos han utilizado autorreportes sobre la calidad del sueño.
Entonces, Shokri-Kojori y su equipo decidieron crear un experimento que evaluara de forma más precisa el efecto de la privación del sueño en los niveles de beta amiloidea en los humanos.
Reclutaron a 20 personas sanas sin antecedentes de trastornos cerebrales, y las hicieron pasar dos noches en el laboratorio: una en que les permitieron descansar bien, y otra en que no durmieron nada.
La mañana después de ambas noches, los participantes se sometieron a escáneres cerebrales para evaluar sus niveles de beta amiloidea.
Los investigadores encontraron que la privación del sueño se asoció con un aumento significativo en la beta amiloidea en el cerebro, en comparación con una noche en que se durmiera bien.
Además, los aumentos en la beta amiloidea se observaron en regiones del cerebro que son importantes para la memoria y el pensamiento, dijo Shokri-Kojori. Éstas incluían al hipocampo, que se ha vinculado con la memoria, y el tálamo, que es un centro importante para llevar información sensorial al cerebro.
Los expertos sospechan que cada vez que una neurona se activa, contribuye a la producción de beta amiloidea en el cerebro, explicó el Dr. Andrew Varga, profesor asistente de medicina del sueño en el Sistema de Salud Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. Varga no participó en el estudio.
Cuando las personas no duermen, sus neuronas siguen activándose, lo que potencialmente conduce a una acumulación de beta amiloidea, indicó Varga.
También es posible que el sueño ayude a eliminar los productos de desecho del cerebro, que incluyen a la beta amiloidea, dijeron Varga y Shokri-Kojori.
Durante el sueño, las neuronas se encogen, creando un espacio entre las células que permite que los productos de desecho se eliminen con mayor facilidad del cerebro, apuntó Varga.
Pero hay que realizar más estudios para vincular de forma directa la falta de sueño con el riesgo de enfermedad de Alzheimer, comentaron los expertos.
Por ejemplo, no se sabe si dormir bien una noche puede eliminar la acumulación de beta amiloidea de un periodo breve de insomnio, dijo Shokri-Kojori.
Un experimento futuro podría conllevar que los participantes pasen una noche de privación de sueño seguida de una noche en que duerman bien, y que escáneres cerebrales detallen si dormir bien puede restaurar la salud del cerebro, planteó.
Los investigadores también deben mostrar que unos niveles altos continuos de beta amiloidea en el cerebro en realidad aumentan las probabilidades de que se formen aglomeraciones entre las neuronas, dijo Varga.
“Intuitivamente tiene sentido que si se tienen unos niveles crónicamente altos de beta amiloidea se aglomerarían y formarían placas, pero eso todavía no se ha determinado por completo”, añadió Varga.
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