Día de la Madres: El importante rol de las mamás militares

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Ser madres no es una tarea fácil. Criar a un niño, darle valores y hacer todo lo posible para que viva en un mundo mejor son algunas de las tantas tareas de millones de mujeres en el mundo. Pero si además, esa mujer cuenta con una profesión fuera de lo común, entonces, no sólo la convierte en una madre ejemplar sino en una mujer extraordinaria.
Ese es el caso de Alejandra, una mexicana nacida en Celaya de 27 años, de profesión militar.
Alejandra decidió ingresar en la carrera de militar siguiendo los pasos de su esposo Julián. Fue en una misión en Afganistán, en donde estuvo durante un año, cuando los pensamientos de quién cuidaría de su esposo o quien lo auxiliaría en la zona de guerra si le sucedía algo, lo que la llevó a tomar la decisión de ser parte también del servicio militar.

Y esa es su tarea hoy allí como “Especialista de salud”: brindar auxilio médico en la zona de guerra para que la familia de los militares tengan la tranquilidad de que ella, como otros compañeros, estarán allí para cuidar de los suyos.
Su profesión le ha permitido llevar muchos de esos valores a la crianza de su hijo Julián, de cinco años, y a los gemelos que espera para los próximos meses.
“Ser militar me ha enseñado muchos valores y algunos los aplico desde mi niñez. Por mencionar algunos de ellos, la disciplina, la responsabilidad y la hermandad. El no darme por vencida hasta que la misión esté cumplida dando el 100% de mi por el bien de mis camaradas y nuestra nación sin aceptar una derrota” nos cuenta Alejandra quien intenta aplicar estos conceptos en su día a día como mamá en la educación de su hijo y en las actividades diarias.

Si bien la gran dificultad que ve Alejandra en su trabajo es el hecho de estar siempre al día de los avances médicos y de las restricciones que puede haber dentro de su participación en una intervención médica, no hay dudas de que la mayor dificultad es el hecho de estar lejos de su hijo y de su esposo, lo que hace que se pierda largos períodos de tiempo del crecimiento de Julián, además del no poder estar en fechas importantes junto a su familia como en cumpleaños, aniversarios o festivos.

Y aunque todo ello podría llevar a un reproche por parte de su hijo, sucede todo lo contrario: él se siente feliz y orgulloso de que sus padres sean “Sirs” –nombre que Julián le da a los soldados y militares- queriendo incluso adoptar ésta profesión cuando sea adulto.
Alejandra, como tantas otras madres, se sacrifican día a día por sentirse realizadas con su profesión, y por lograr equilibrar la vida familiar con la profesional, permitiendo así que sus hijos se sientan felices y completos de ver a sus madres cumplir su sueño. Pues para cualquier hijo, tener una madre con una vocación tan marcada como la de Alejandra, sin duda, hace que se convierta en una madre extraordinaria. ¡Felicidades!